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martes, 27 de noviembre de 2018

MARIANO SANTOS MATEOS "El Valiente de Tarapacá".

Perú, Tacna, 27 de noviembre de 2018.
Escribo en  honor al Gran General de la Policía Nacional del Perú Guardia Civil MARIANO SANTOS MATEOS. 
Leer clic: https://diariolaregion.com/web/mariano-santos-mateos-el-valiente-de-tarapaca/
1. Biografía. Mariano Santos Mateos (1850- +1900) , nació en fecha incierta de 1850, en el pueblo de Lucre,  provincia de Quispicanchis, departamento del Cuzco, falleció en el Cuzco en 1900 a la edad de 50 años.

Vista satelital clic: http://www.viasatelital.com/mapas/quispicanchi_lucre.htm

Sus padres fueron el Coronel Carlos Santos Ego, de nacionalidad argentina, militar que llegó al Perú conformando la Gran Expedición Libertadora comandada por el General don José de San Martín, quien luego de haber cumplido su misión se afincó en la ciudad del Cuzco, en la pequeña hacienda llamada 'Santa Rosa',contigua al barrio de 'La Rinconada', en el poblado de Lucre.
Allí conoció a doña Antonia Mateos Chara, mujer sencilla,adornada de virtudes, que le prodigó cariño y dedicación. Fruto de esa unión nació Mariano Santos Mateos, quien recibió en su infancia una esmerada atención de sus padres, que lo educaron convenientemente para hacer de él un hombre de bien. Ya joven,avizoró un mejor porvenir, a los 20 años salió de su pueblo natal y viajó en busca de nuevos rumbos hacia la ciudad de Arequipa, en pos de trabajo y progreso, logrando después de algún tiempo, ingresar a la Guardia Civil del Perú en 1875, (una de las tres ex instituciones que pasaron a conformar en 1988, la actual Policía Nacional del Perú PNP) donde se caracterizó por su porte gallardo y su innata vocación de servir a la Patria.Ya incorporado a las filas policiales, conformando el 'Batallón Guardias de Arequipa', pronto se distinguió entre sus compañeros de armas por sus innegables virtudes personales, así como por el eficiente cumplimiento de sus deberes. En esta situación lo encuentra la infausta Guerra con Chile, en 1879, cuando frisaba los 30 años de edad.

Al estallar la guerra con Chile el gobierno peruano dispuso la creación de nuevos cuerpos militares para hacer frente al adversario. Los primeros en ser llamados a las filas del ejército fueron los guardias civiles de distintas ciudades, que por su entrenamiento y las características propias de su oficio, se encontraban en una situación equiparable a la de los soldados del Ejército de línea.
El Coronel Alejandro Bezada, a la sazón Prefecto de Arequipa, organizó con gran diligencia una División de 560 hombres, cuyo mando asumió el mismo, poniéndose en marcha hacia el sur, en la primera quincena de abril de 1879. Estas fuerzas la integraban dos columnas de la Guardia Civil de Arequipa, la Gendarmería de Arequipa y Puno y la Guardia Nacional de Arequipa, las mismas que después formaron con el Batallón “Ayacucho”, la Tercera División del Ejército Peruano del Sur. Mariano Santos se encontraba en la 1ª Compañía de la Columna “A” de la Guardia Civil de Arequipa.1
De esta manera se formó el Batallón Guardias de Arequipa, integrado por seis Compañías de la Guardia Civil y una Columna de Gendarmes, con un total de 560 hombres.2
El destino no quiso que el Prefecto arequipeño llegara a enfrentarse a las tropas que invadieron el sur del Perú, pues, a poco de su arribo a Iquique falleció accidentalmente, siendo reemplazado por el Coronel Manuel Carrillo y Ariza.3
La Tercera División del Ejército Peruano del Sur estuvo bajo el comando del coronel Francisco Bolognesi Cervantes, que el día de la Batalla de Tarapacá estaba con fiebre por una gripe y no participó.

Batalla de Tarapacá el 27 de noviembre de 1879.
La Batalla de Tarapacá, al igual que la Batalla de Concepción fueron unas de las pocas victorias del ejército peruano contra Chile.
El enfrentamiento en Tarapacá, constituyó una lucha desigual y no una batalla regular, ya que los peruanos se encontraban en notable desventaja frente al contendor, pobremente armados, debilitados, sin artillería, sin acémilas y en número reducido con relación al ejército de Chile, ya que recién habían pasado siete días en que nuestros compatriotas habían sido vencidos en la Batalla de San Francisco y aún no lograban restablecerse.

Estando ya en el fragor del combate, la lucha era espantosa y sangrienta.
Como parte de la Tercera División del Ejército Peruano del Sur, el Batallón Guardias de Arequipa, que no tomó parte en la Batalla de San Francisco, marchó al pueblo San Lorenzo de Tarapacá, que era un pueblo de la sierra sur del Perú, donde el 27 de noviembre de 1879 tendría lugar la batalla del mismo nombre y en la cual al batallón al que pertenecía Mariano Santos le sería confiada la defensa de este pueblo.
Iglesia del pueblo  San  Lorenzo en Tarapacá.
El desierto rodea a San Lorenzo.

Casa en la calle principal de San Lorenzo.
San Lorenzo de Tarapacá fue atacada por el Regimiento "2º de Línea" de la Infantería del Ejército de Chile, dando lugar al combate, en las mismas calles del pueblo.


En un extremo del escenario de batalla, la División del Coronel Bolognesi estaba siendo atacada ferozmente con armas de fuego por el bien equipado Regimiento Chileno Segundo de Línea, los cuales avanzaban con su estandarte en alto y daban muerte a muchos peruanos, quienes ante tal arremetida y superioridad numérica empezaban a debilitarse en número y pertrechos.

Es entonces cuando aparece en escena el Batallón de Guardias de Arequipa, quienes raudamente van abriéndose paso con las bayonetas puestas en los fusiles, porque ya no había cartuchos. Entre ellos surge la figura del Guardia Civil Mariano Santos Mateos, quien ataca decididamente y avanza luchando cuerpo a cuerpo hasta llegar ante el abanderado chileno y en lucha titánica,  con la bayoneta en la mano, logra apoderarse de la coronela del regimiento enemigo tras una sangrienta lucha en la que pereció toda la escolta chilena. Luego con voz enérgica, como la que aflora en momentos apoteósicos, gritó: ¡Viva el Perú! levantando y mostrando el estandarte enemigo, salpicado por la sangre de sus compañeros. Como respuesta, un rugido profundo y vigoroso ¡Viva! de los combatientes peruanos, contesta a Mariano Santos y juntos, los policías y soldados patriotas empezaron a arremeter con bravura hasta vencer finalmente al contendor, luego de casi nueve horas de sangrienta lucha. Es así como la acción heroica del Guardia Civil Mariano Santos Mateos fue uno de los factores que influyó decididamente en la victoria obtenida por los peruanos contra las fuerzas chilenas en la batalla de Tarapacá.

Por esta acción a Mariano Santos se le llamó "El Valiente de Tarapacá", mereciendo una mención especial en el parte que el jefe de su División, el coronel Francisco Bolognesi Cervantes, redactó tras la batalla señalando que: Fue él quien arrancó el estandarte de las manos del enemigo.

En el lado chileno el comandante accidental Liborio Echanez del Regimiento "2º de Línea"(por haber muerto su primer jefe) manifestó a sus superiores lo siguiente:
Igualmente merecen distinción especial la escolta del estandarte compuesta de los valientes veteranos, todos premiados... Estos individuos, peleando como leones en defensa de su querido deposito perecieron todos en sus puestos, y antes de morir, tres de los últimos que cayeron, tomaron la oportuna precaución de quemar el estandarte, antes que permitir fuera insultado y mancillado por los enemigos de su patria.
                                            Parte del comandante Liborio Echanez, Regimiento "2º de Línea" 4

Poco después al saberse que el estandarte había sido capturado por las tropas peruanas, en la prensa chilena circuló la versión que el subteniente Telésforo Barahona al ser herido mortalmente había rodado envuelto en el estandarte al fondo de la quebrada sin que el resto del regimiento pudiera recuperarlo y de donde supuestamente lo recogieron los peruanos.5

Estandarte  y escolta del Regimiento "2° de Línea" de la Infantería del Ejército de Chile, según una foto que la oficialidad se tomó en Antofagasta en 1879. Al momento de la Batalla de Tarapacá, el oficial portaestandarte era el subteniente Telésforo Barahona que murió en dicha acción de armas.
Los hechos reales, fueron registrados y destacados en el parte de batalla formulado por el coronel Francisco Bolognesi Cervantes. Asimismo, el 11 de enero de 1,880 se dio a conocer la orden general emitida por el contralmirante Lizardo Montero, General en Jefe del Ejército del Sur, documento con el cual destacó el heroísmo de Mariano Santos Mateos, asignándole además el honroso apelativo de “El Valiente de Tarapacá” y nombrándolo abanderado de su batallón ya que continuaba en servicio. Más adelante, el 31 de enero de 1880, en ceremonia pública en la ciudad de Arica, fue ascendido al grado de Inspector de Guardias.

Posteriormente, Mariano Santos combatiría en la Batalla del Alto de la Alianza el 26 de mayo de 1880, de la cual saldría gravemente herido. Cuando con los restos el ejército del sur llegó a Arequipa, tras reponerse de la herida sufrida, fue homenajeado por las autoridades de la ciudad otorgándosele una Medalla de Oro. Por suscripción popular se le entregó un uniforme nuevo, en reemplazo del desgarrado y empapado en sangre con el que había regresado de campaña, el mismo que lució en el banquete que fue celebrado en su honor el 24 de septiembre de 1880.6
Se retiró del servicio policial, por la secuela de las heridas. Tras el fin de la guerra regresaría a su tierra natal , donde contrajo matrimonio con doña Julia Herrera, unión de la que si hubo descendencia. Llevando más adelante una existencia sencilla, y una vida apacible cultivando las tierras de su familia,  trabajando en el campo hasta que falleció a los 50 años, cuando se desempeñaba como administrador de una hacienda en la provincia cusqueña de La Convención.
Falleció en la ciudad del Cusco el 7 de octubre de 1900. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Oropesa en Quispicanchis.
Después de 102 años de su acción heroica, el Congreso de la República mediante la Ley N° 23316 del 6 de noviembre de 1981, declaró "Héroe Nacional" a Mariano Santos Mateos, por su valiente participación en la Batalla de Tarapacá.
Asimismo, con la Ley Nº 27018 del 21 de diciembre de l998, se precisa la jerarquía del héroe nacional Mariano Santos Mateos como "Inspector de Guardias en el Grado de Alférez de la Policía Nacional del Perú”.
Y como corolario, la Ley Nº 29161 del 18 de diciembre de 2007 le confiere el grado honorífico de “Gran General de la Policía Nacional del Perú”.

Es así como el alférez Mariano Santos Mateos, al igual que el Mariscal Andrés Avelino Cáceres,  son los únicos héroes nacionales que no perdieron la vida durante el fragor de la batalla, constituyen un paradigma y un ejemplo de coraje, valentía y decisión; no solo para los policías y militares del ayer y del presente, sino para todos los peruanos. Sus restos fueron trasladados el 25 de agosto del 2000 al Parque Ecológico Camposanto “Santa Rosa de Lima” en Chorrillos, ciudad de Lima y allí descansa en la cripta destinada a conservar los restos de los héroes y mártires de la Policía Nacional del Perú.
Cripta a los Héroes y Mártires de la Policía Nacional del Perú. Camposanto "Santa Rosa de Lima" en Chorrillos, ciudad de Lima.
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TACNA y  la historia de la Coronela chilena arrebatada por MARIANO SANTOS MATEOS.

Poco después al saberse que el estandarte había sido capturado por las tropas peruanas, en la prensa chilena circuló la versión que el subteniente Telésforo Barahona al ser herido mortalmente había rodado envuelto en el estandarte al fondo de la quebrada sin que el resto del regimiento pudiera recuperarlo y de donde supuestamente lo recogieron los peruanos.5

Tras la victoria, el ejército peruano continuó su marcha al puerto de Arica. En una ceremonia solemne, llevada a cabo en la puerta de la Catedral de San Marcos de Arica, el contralmirante Lizardo Montero condecoró y ascendió a Inspector de Guardias GC (Grado equivalente al de Teniente del Ejército de aquella época),  al Guardia Civil GC Mariano Santos Mateos, el 31 de enero de 1880.
Catedral San Marcos de Arica - Chile.

El trofeo capturado quedó en la iglesia de Arica, de donde fue trasladado luego a la iglesia San Ramón de Tacna.

Este es el estandarte chileno que estuvo guardado en secreto en la Iglesia San Ramón de Tacna.


La ciudad de Tacna, fue ocupada por las tropas chilenas la tarde del 26 de mayo de 1880, después de la "Batalla del Campo de la Alianza" o "Alto de la Alianza". 

El estandarte ocultado en la Iglesia San Ramón, fue descubierto por los chilenos en 1880, por un "soplo" de traidores "CHAQUETA VUELTA" nacidos en Tacna, 

Una vez recuperado el estandarte, Chile ejerció presión para chilenizar a la población tacneña, pero como no lo lograban, quisieron borrar las huellas de la coronela y su furia fue descomunal, que años después incendiaron la Iglesia San Ramón de Tacna:
Iglesia San Ramón de Tacna, antes de ser incendiada por los militares chilenos. Vista panorámica, durante la Ocupación Chilena, que duró 50 años de Cautiverio.
Por esta historia me quieren "acallar", algunos malos tacneños, aun enquistados en la "Sociedad de Artesanos de Tacna" (Héroes del Batallón Artesanos de Tacna).  Los tacneños, estamos esperando que mueran los "chaquetavuelta", para integrarnos a la sociedad de Artesanos.

La coronela o estandarte fue devuelto al Regimiento "2º de Línea" antes de la Campaña de Lima, en ceremonia realizada en la Hacienda San Pedro de Lurín, el 9 de enero de 1881, al sur de Lima.


La Iglesia San Ramón, llamada así debido a la Primera misa, a la que concurrió el Mariscal y presidente del Perú don Ramón Castilla y Marquesado:




Los Artesanos de Tacna, impedidos de ingresar al "San Ramón"...


La VÍA PÚBLICA, es lo único a lo que tenemos derecho los Tacneños, sigue la injusticia del "ROTO LIRA"...
Este lugar actualmente se ubica en la esquina conformada entre la avenida Dos de Mayo y la calle Inclán de Tacna.
Actualmente se encuentra abandonado, así:


Malas autoridades "los cuellos limpios de Tacna", procedieron a aplanarlo con tractores, intentando convertir este lugar santo e histórico en cochera del poder judicial de Tacna, pero la acción y trámites del "filósofo de Tacna" y otros vecinos, impidieron tal afrenta:


Mediante Ley 23316 del 06 noviembre 1981, el presidente Belaúnde Terry, declara a Mariano Santos Mateos "Héroe Nacional":

                 Leer clic: http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/Leyes/23316.pdf

Mediante Ley 27018, del 21 diciembre 1998, el presidente Alberto Kenya Fujimori, jerarquiza a Mariano Santos Mateos, como "Inspector de Guardias en el Grado de Alférez de la Policía Nacional del Perú".

               Leer clic: http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/Leyes/27018.pdf


Mediante Ley 29161, del 20 diciembre 2007, el presidente Alan García Pérez, confiere a Mariano Santos Mateos el Grado Honorífico de "Gran General de la Policía Nacional del Perú".



Mediante ley, se crea la Condecoración Honorífica:
“Alférez de Policía Nacional del Perú, Mariano Santos Mateos, Gran General de la Policía Nacional del Perú”.
Es la recompensa de más alto nivel de la Policía Nacional del Perú, que otorga de manera excepcional el Director General de Policía, como incentivo y reconocimiento al personal policial del Perú por los calificados merecimientos y servicios prestados en beneficio de la sociedad y de la Institución; asimismo se concede también a los integrantes de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos policiales extranjeros, así como a las personalidades y autoridades civiles peruanas y extranjeras, en gratitud por el inestimable apoyo hacia su institución, dejando constancia del profundo respeto y reconocimiento que merece la labor realizada por las personas que son condecoradas.


Imágenes de ruinas  inkas en Lucre:




Nota aparte: La Guardia Civil del Perú era una de las tres ex instituciones que pasaron a conformar la actual Policía Nacional del Perú PNP.
Guardia Civil del Perú:

Guardia Republicana:
Policía de Investigaciones del Perú:

Propuesta del filósofo de Tacna:
El ejército peruano, debe poner a disposición de los escolares y público en general, "LOS PARTES DE GUERRA DE LA GUERRA DEL GUANO Y EL SALITRE", en la web, caso contrario, estaremos olvidando los sacrificios de los hijos de nuestra patria.

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Balas del Niño Dios de Tarapacá.



Fue durante una batalla en el pueblo de Tarapacá, unas décadas antes de la Batalla de Tarapacá de 1879. Ocurrió en medio de las vicisitudes y caudillismos en que se enfrentaban y amistaban, una y otra vez a Perú y Bolivia y que tenían como guinda al apetecido puerto de Arica. Las desavenencias llegan al punto que en noviembre de 1841 el gobierno de Agustín Gamarra declara la guerra a Bolivia e inicia una la invasión de ese país. Mal le fue, ya que sufrieron una gran derrota en la batalla de Ingavi, cerca de La Paz.
El triunfador de ese episodio bélico fue el General José Ballivián, quien como contrapunto ordenó a invadir el sur de Perú, lo cual cumple hasta las proximidades del Cusco, incluyendo por lo tanto a Tarapacá.
Un capítulo poco conocido es la batalla que se libra en San Lorenzo de Tarapacá, capital provincial. Los hechos se gestan los primeros días de 1842, cuando unos cien soldados bolivianos, comandados por el coronel José María García, ocupan el poblado. El subprefecto Calixto Gutiérrez de La Fuente va por ayuda a Iquique, donde el mayor Juan Buendía (el mismo que participará de la Batalla de 1879) organiza una milicia de veinte osados, que emprenden rumbo a la quebrada. En la noche del 6 de enero los peruanos toman por sorpresa a la guarnición boliviana, que en la oscuridad no dimensionan las proporciones de las fuerzas que les atacan, atrincherándose en el edificio del Cabildo.
En esta parte del relato sigamos los escritos “Tradiciones Peruanas” de Ricardo Palma (publicadas desde 1860): Sobre una hora después eran poco más de treinta los fusiles y escopetas que hacían fuego sobre los cien soldados del coronel García. A las cuatro de la mañana la victoria pareció inclinarse a favor de los bolivianos, pues los disparos de sus adversarios disminuían y la corneta de Mariano Ríos (un joven que se había enrolado armado únicamente con el instrumento), había cesado de resonar. Se les habían agotado las municiones. Tenían algunos tarros de pólvora, pero ni una libra de plomo….
Buendía comenzaba a desesperar. De pronto un joven eclesiástico que vagaba entre los combatientes auxiliando a los heridos y moribundos, se acercó y le dijo: - No hay que desmayar; voy a traer plomo. Y entrando en su habitación se detuvo ante un retablo que representaba el divino misterio de Belén.
Era la noche del 6 de enero, día de la Adoración de los Reyes Magos. El clérigo tenía en su casa un precioso nacimiento... y el Niño Jesús era... de plomo. Gracias a él los peruanos tuvieron balas para continuar el combate a la luz del sol. Aquellas balas hicieron maravillas. Háganse ustedes cargo... ¡Eran balas del Niño Dios!
A las siete de la mañana, agotadas ya sus municiones, los bolivianos se rindieron y Tarapacá tomó especial consideración por su fuerza y por el temple de aquel grupo que diezmó a tan superior número de invasores, con balas de tan providencial origen.
JUAN VÁSQUEZ TRIGO
HISTORIADOR

Extraído de: https://www.flickr.com/photos/28047774@N04/6909279506

También: https://books.google.com.pe/books?id=CJZTDwAAQBAJ&pg=PA26&lpg=PA26&dq=ciudad+donde+se+entreg%C3%B3+el+estandarte+al+2+de+l%C3%ADnea+de+chile&source=bl&ots=bVA1DOcdxW&sig=sF0Pue46GJJpAKX535DbmdzOyK4&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwi15bCO9PveAhWRo1kKHV4jDYcQ6AEwBnoECAgQAQ#v=onepage&q=ciudad%20donde%20se%20entreg%C3%B3%20el%20estandarte%20al%202%20de%20l%C3%ADnea%20de%20chile&f=false

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